Veinticinco años después de su primer episodio -y luego de millones de «me gusta» en Instagram por el reencuentro del elenco- Friends demuestra que fue, es y seguirá siendo uno de los sitcoms más icónicos de nuestros tiempos. Y cómo no serlo si todos sus episodios, además de risas, nos dejaron valiosas lecciones sobre la amistad, el crecimiento personal y, por supuesto, las relaciones de pareja.
Si ya viste todas sus temporadas y aún no sabes de lo que hablamos, ¡no te preocupes! Hemos reunido las 3 lecciones de amor más importantes de Friends en este
especial por su 25.º aniversario.
#1 Las citas casuales pueden terminar en una historia de amor
No. No lo decimos en broma. Las citas casuales, ya sean organizadas por un amigo o usando una app de citas, pueden terminar con un final feliz. Basta con recordar
cómo conoció Phoebe Buffay a su media naranja, Mike.
En el episodio The One With The Pediatrician de la novena temporada, Phoebe se pone de acuerdo con Joey para salir en una cita doble a ciegas. Ella sería la «cupido» de Joey y, a cambio, él le presentaría a alguien perfecto para ella. A fin de cuentas, ¿quién podría conocerla más que uno de sus mejores amigos? No obstante -y como era de esperarse- Joey se olvida del trato y termina escogiendo a un desconocido en Central Perk: Mike. Si bien esta primera
cita fue un desastre porque Joey termina siendo descubierto, ¡salió bien al final! De hecho, Phoebe y Mike resultaron ser almas gemelas y llegaron hasta el altar.
Por supuesto, Phoebe no habría pasado vergüenza en esta primera cita si hubiese usado una app para ligar como Friloves, pero ¡lo entendemos! En la época del rodaje de Friends, ni siquiera existían los teléfonos inteligentes.
#2 Salir con un amigo no es el fin del mundo ni de la amistad
Y hay muchas veces que Friends lo demuestra. Quizás muchos no lo recuerden, pero Phoebe tuvo un intercambio de besos -bastante apasionado- con Ross. Después de eso, no hubo nada que lamentar. Cada quien siguió su camino y la amistad fue tan duradera como la fama y éxito de la serie.
Veamos el segundo ejemplo. Aunque la historia de amor de Ross y Rachel fue épica y cerró con broche de oro, estuvieron saliendo y separándose durante toda la emisión de Friends. Incluso tuvieron una hija sin ser pareja y demostraron ser lo suficientemente maduros para hacerlo. Si bien hubo algunos momentos de incomodidad -como cuando Rachel comenzó a salir con el suegro de Ross, interpretado por Bruce Willis- estos amigos mantuvieron la relación y el respeto por delante.
Lo mismo sucedió -aunque con algunas diferencias- entre Mónica y Chandler. Lo que empezó como un par de encuentros y citas sin importancia en Inglaterra, se convirtió en una especie de cuento de hadas moderno. Así que, si temes tener un amigo con derecho a roce o
experimentar con algunas citas casuales, ¡no lo hagas! Hay que besar muchos sapos -o ranas- antes de encontrar a la persona indicada.
#3 Siempre hay que definir los términos de un descanso
¡Adivinaste! Nos referimos al break entre Ross y Rachel, uno de los descansos más populares de la historia de la TV. Geller suponía que, en una separación momentánea, tendría derecho a salir con otras personas.
¿Qué pensaba Rachel? Pues, evidentemente -y como sabrán los fanáticos de la serie- todo lo contrario.
Aun cuando Ross no descargó una app para ligar -es decir, se trató de un encuentro fortuito sin intención de llegar a mayores- pasó la noche con otra persona. Esto hirió
profundamente a Rachel, quien consideraba que un descanso no era igual a terminar, dejar de verse o comenzar a salir con otros. Para evitarte inconvenientes
-y en caso de que necesites un descanso en la relación- ¡convérsalo abiertamente con tu pareja! Pongan los puntos en claro y no habrá nada de qué preocuparse.
¿Quieres saber más sobre el romance, los encuentros y citas casuales? No dejes de leer nuestro blog y entérate de todo. Y si todavía no has encontrado a tu media naranja, ¡despreocúpate! Aunque el amor llegará cuando menos te lo esperes, puedes acelerar el proceso descargando nuestra app de citas. ¿Quién sabe? Quizás el -o la- coprotagonista de tu historia ya está ahí, esperando por ti.